El combustible espacial pesa mucho y cuanto más pese un objeto, más caro sale ponerlo en órbita. Debido a esa desventaja, los científicos proyectaron varias generaciones de satélites sin motores ni tanques de propelente.
Ha habido una práctica de poner en órbita los aparatos más importantes, como la Estación Espacial Internacional, mediante los motores de transbordadores y naves. Sin esta operación, la fuerza de la gravedad atrae hacia la Tierra todos los objetos que la orbitan.
Sin embargo, la joven compañía Orbit Fab, con sede en Silicon Valley (California, EE.UU.) ha proyectado un sistema que permitirá abastecer con combustible los satélites del futuro y hacerlo directamente en la órbita. Según informa MIT Technology Review, un recurso del Instituto Tecnológico de Massachusetts, se trata de una especie de "gasolinera en el espacio".
A juzgar por lo publicado, los mayores desafíos para este servicio de abastecimiento son la microgravedad, la cual impide inyectar el combustible líquido en el satélite exactamente como se hace en la superficie del planeta, y una dificultad añadida: "es más complicado medir los fluidos".
Un módulo experimental destinado para analizar el comportamiento de los líquidos en el espacio y aprender a verter de manera eficiente el combustible está listo para las pruebas. Es un sistema de válvulas entre dos depósitos que por el momento solo se llenan con agua.
La empresa desarrolladora está ansiosa de ponerlo a prueba dentro de la Estación Espacial Internacional. El dispositivo ya forma parte del cargamento de la nave SpaceX Dragon que se encuentra lista en Cabo Cañaveral. El despegue estaba programado para este martes, pero ha sido postergado al miércoles debido a un problema rutinario.
Fuente: actualidad.rt.com
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