La Junta autoriza temporalmente las antenas parabólicas en Peñalba

Las antenas parabólicas de la compañía Telefónica podrán permanecer al menos cinco meses sobre los tejados de Peñalba de Santiago. La Comisión Territorial de Patrimonio de la Junta de Castilla y León, -”que en enero abrió un expediente sancionador contra la empresa por romper la estética del conjunto arquitectónico de la localidad del municipio de Ponferrada declarada Bien de Interés Cultural-” adoptó ayer un acuerdo para «permitir temporalmente» la «colocación provisional» de las parabólicas «con el compromiso de que en un plazo no superior a cinco meses, la empresa proceda a la instalación de un nuevo sistema que posibilite la supresión de tales antenas».

 

La Comisión ya había requerido a Telefónica en enero que buscara una solución técnica alternativa que no atentara contra la imagen de Peñalba, localidad conocida por su iglesia mozárabe del siglo X y por su arquitectura rural en el Valle del Silencio. Cuatro meses después, la comisión dependiente de la Junta de Castilla y León le concede a Telefónica otros cinco meses para encontrar la forma de garantizar el servicio de telefonía móvil en el pueblo sin provocar un impacto visual negativo.

 

La denuncia había perdido de la Asociación Valle del Silencio, que agrupa a los vecinos de Peñalba. Los denunciantes ya han propuesto a Telefónica que en lugar de pequeñas antenas parabólicas repartidas por los tejados y las fachadas de las casas, instale una antena colectiva a las afueras del pueblo, y con una estética lo más respetuosa posible con la arquitectura de piedra y pizarra de la localidad. La antena colectiva también permitiría a la mayoría de los vecinos prescindir de las actuales líneas fijas de teléfono vía satélite.

 

Los vecinos han contado con el apoyo del alcalde de Ponferrada, Carlos López Riesco, que en su momento instó a Telefónica a solucionar el problema. Los vecinos ya apremiaban en enero a las administraciones a actuar para exigir la retirada de las antenas parabólicas. Ahora tendrá que convivir con ellas al menos cinco meses.

 

Fuente: diariodeleon.es