Ciudad cuenta con un millón trescientos mil receptores, a los que hay que añadir cuatrocientas mil parabólicas.
Contemplar Roma desde las alturas es una experiencia sin duda sugestiva y uno de los aspectos más pintorescos de la panorámica son los miles de antenas que pueblan sus tejados, algo que pronto podría cambiar de cara al próximo Jubileo.
El ayuntamiento de la capital italiana ha emitido una ordenanza para poner fin a esta "selva" de antenas y cables de toda índole que pueblan las azoteas de sus edificios, una presencia que casi se ha convertido en un símbolo de la cultura romana.
En la ciudad cada propietario tiene su propia antena erigida en el tejado e incluso en muchas ocasiones el cable que la conecta con el televisor pende por la fachada hasta entrar por una de las ventanas del domicilio.
Tal es así que según datos de la Confederación Nacional de Artesanos y de la pequeña y mediana empresa (CNA), la ciudad cuenta con la friolera de un millón trescientos mil receptores, a los que hay que añadir cuatrocientas mil parabólicas.
Así, se podría afirmar que Roma cuenta con una antena por cada romano y medio, a tenor del último censo difundido por el Instituto Nacional de Estadística (Istat), que señala que en la capital italiana habitaban 2.612.068 de personas en 2012.
Por esta razón, el ayuntamiento ha decidido ofrecer incentivos fiscales para las comunidades de vecinos que instalen antenas colectivas y eliminen las individuales pero también a quienes adecúen y saneen sus fachadas e instalen sistemas de ahorro energético.
La ordenanza, afirman desde el Consistorio, trata de crear "una Roma más ecológica y bella, dando al mismo tiempo un impulso al empleo en el sector de la construcción" que tendrá como "nuevo campo de acción" la reestructuración de los tejados.
Por ejemplo, no deberán pagar el Canon de Ocupación de Espacios Públicos que debe abonarse siempre que se hacen obras en el exterior de los domicilios de toda la ciudad, desde el centro hasta su periferia.
Además, el diez por ciento del dinero que el ayuntamiento recibe de los anuncios publicitarios ubicados en los andamios irá a parar a la comunidad de vecinos que estén realizando las obras.
"Un compendio de descuentos que podrá hacer más convenientes las obras para poner a punto los viejos edificios y las viejas instalaciones eléctricas, con frecuencia dañinas y perjudiciales para la salud", señala el ayuntamiento romano.
Todo para conceder decoro al patrimonio inmobiliario romano, "muy frecuentemente en mal estado de conservación y poco o nada cuidado".
El plazo para disfrutar de estas exenciones será de seis meses para los edificios corrientes y de un máximo de nueve meses para las fachadas con valor histórico.
Fuente: ojo.pe
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